Ya hace tiempo que en el entorno laboral hablamos de la resiliencia. Cuando formamos equipos directivos y hasta en el personal base tenemos ya fijado este concepto que viene del ámbito psicológico aplicado al ámbito laboral.
Pero en los últimos meses nos están bombardeando con desde los medios sobre la resiliencia pero, ¿Sabemos que es la resiliencia y que significa ser resiliente?, veamos que nos dice la RAE sobre la resiliencia.
Resiliencia
Diccionario de la real academia de la lengua
Del ingl. resilience, y este der. del lat. resiliens, -entis, part. pres. act. de resilīre ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’.
1. f Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
2. f Capacidad material de un mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
resiliencia
Como vemos en la definición encontramos dos aspectos, primero la adaptación y luego la vuelta al estado inicial, desde el punto de vista humano y de desarrollo de personas, fusiono ambos aspectos, buscando la mejora hacia ser «más resiliente» en la adaptación y vuelta al estado pero con el aprendizaje de la experiencia, «lo que no puede contigo, te hará más fuerte«.
Ser resiliente
En el día a día la vida, tanto personal como laboral, nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, la desaparición de un ser querido, los conflictos en el trabajo, problemas económicos o una situación de pandemia global como la vivida con el COVID19.
Ante estas situaciones podemos optar entre darnos por superados, vencidos y así caer en un estado de fracaso (actitud no resiliente) o analizar lo sucedido, sobreponernos y salir fortalecidos de la experiencia, mostrando así una actitud resiliente.
La resiliencia va a suponer reestructurarnos en función de las nuevas circunstancias y necesidades. De esta forma, como comentaba anteriormente, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades, sino que utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.
Que hacer para ser más resiliente
Ante cualquier situación en la vida, tenemos la posibilidad de decidir como afrontarla, os dejo aquí unos consejos para valorar la actitud con la que afrontamos las situaciones y como poder actuar sobre ellas para ser más resiliente.
Valora tus habilidades
Muchas veces no valoramos adecuadamente nuestras habilidades, ya que tendemos a compararnos. Una correcta gestión de la autoestima va a suponer un paso muy importante para afrontar el estrés que ciertas circunstancias nos generan.
Si creemos en nuestras habilidades y nuestra capacidad para afrontar situaciones complicadas, sin lugar a dudas, nos ayudará a ser una persona más resiliente.
Adáptate al cambio
Todo cambio genera «inquietudes», un cambio supone salir de nuestra zona de confort, pero un cambio no necesariamente supone algo malo, ser resiliente implica utilizar los cambios como oportunidades para mejorar y explorar nuevas situaciones.
Mientras muchas personas se bloquean o rompen ante cambios bruscos y de alto calado, las personas que son resilientes se adaptan y siguen adelante.
Piensa en positivo
Cuantas veces hemos puesto el ejemplo de «medio llena» o «medio vacía» y en efecto, elijamos la opción que elijamos la botella siempre esta igual.
Tener una visión optimista de un hecho ayuda a generar esperanza en el mismo, si no podemos actuar sobre lo sucedido debemos afrontarlo y si podemos actuar sobre lo que esta pasando hacerlo con actitud positiva siempre nos ayudará.
Tenemos que ver que pensar en positivo sobre un problema o una circunstancia, no implica ignorarlo, pero nos va a ayudar a encontrar soluciones más efectivas.
Recuerda que los obstáculos son transitorios y tu tienes las habilidades para enfrentarse a ellos.
Proponte metas
Tener objetivos claros y los pasos para alcanzarlos es un factor que ayuda a ser más resiliente.
Ver como avanzamos poco a poco para llegar a alcanzar nuestros objetivos, o poder actuar si vemos que no vamos en la dirección correcta nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos y a no frustrarnos por ver que nos alejamos de ellos.
En muchas ocasiones veremos «o creeremos» que los obstáculos a los que nos enfrentamos son imposibles de superar, aplicando una visión resiliente seremos capaces de ver estas situaciones de manera realista, y entonces fijar objetivos razonables para afrontar el problema.